
Humíllate, antes de que seas humillado
Humíllate, antes de que seas humillado La altivez, el orgullo y la soberbia, son un pecado en el que fácilmente cualquiera puede caer; y sorprende que muchas veces los que decimos que somos hijos de Dios, somos los que más fácil nos dejamos contaminar por estos horribles sentimientos. Lo irónico es que aquellas personas que han sostenido que no creen en Dios y que no lo necesitan, muchas veces son los que más fácil se rinden en su Divina Presencia, se humillan y reconocen delante de Él su incapacidad, su necesidad de Él, reconocen su Omnipresencia. Es triste decirlo, pero … Continúa leyendo Humíllate, antes de que seas humillado